Somontano significa “a pie del monte”, y así nos lo cuentan las gentes de la zona, pero no hablamos de cualquier monte, sino de Los Pirineos que, tras forjar cumbres y paisajes espectaculares, han dado forma a cañones y valles de camino hacia el Ebro que también nos ofrecen curas de espíritu. No en vano, en la comarca del Somontano encontramos un gran número de ambientes y especies incluidas en la Red Natura 2000, como el Parque Natural de la Sierra y Cañones de Guara, con barrancos y gargantas conformados por los ríos Alcanadre, Mascún, Isuala y Vero.
Al río Vero le seguimos la pista hasta Barbastro, titulada como capital del Somontano y de una tradición vitivinícola que data desde antes de Cristo, consolidada con ayuda de los monasterios medievales de la época. La denominación de origen de los Vinos del Somontano llegaría unos siglos más tarde, fue creada en 1985, y que con un arduo y profesionalizado trabajo han conseguido consolidarse en el mercado como sinónimo de prestigio. Las uvas de aquí maduran en veranos calurosos, tras superar fríos inviernos y cambios bruscos de temperatura, forjándoles así una piel y pulpa de calidad reconocida.
Uno de los impulsores de esta D.O., con una de las mayores superficies de viñedo propio de España y elaborador de vinos de alta calidad es Viñas del Vero, y se nos ha antojado como destino del que hablaros porque, además de todas las maravillas que podamos hablar sobre sus tintos, blancos o rosados, tienen una apuesta más que consolidada por calidad, la innovación tecnológica, la sostenibilidad ambiental -preservando la biodiversidad de la zona, con certificados de producción ecológica y manteniendo variedades autóctonas de uva como son la Parraleta, Moristel y Alcañón- y la autoproducción energética, el asunto de nuestra visita.
Viñas del Vero, la Universidad de Zaragoza, CSIC-LIFTEC e Intergia energía sostenible SL se han asociado, agrupando ingenieros agrónomos e industriales, doctores y expertos varios, para desarrollar el proyecto Rewind, enmarcado en el Programa de Medio Ambiente y Acción por el Clima LIFE, y quiere demostrar la rentabilidad técnica, medioambiental y económica en el sector agrario y la industria rural con el uso de las energías renovables, en concreto en el sector vitivinícola.
El proyecto Rewind está dotado con un presupuesto de 1.562.994 € de los cuales, la UE financia 672.265 €. La duración del proyecto es de 3 años, desde julio de 2014 hasta julio de 2017, y además, cuentan con diversos apoyos que están consiguiendo la consecución de un enriquecedor y productivo trabajo en red.
En Viñas del Vero nos recibe Joaquín Torres, Responsable de Enoturismo, para conocer un poco mejor este ejemplo de sostenibilidad en el sector agroalimentario. Con José María Ayuso, Director del Departamento de Viticultura, vamos a ver in situ la autorregeneración de las aguas residuales para riego, el autoabastecimiento energético para este proceso de depuración y riego y la gestión eficiente de la energía mediante el almacenamiento en baterías y la producción de hidrógeno, que se aprovecha para movernos en un vehículo por la bodega.
La producción de vino es una actividad con una huella ambiental a considerar durante sus fases de campo, bodega, distribución y consumo y fin de vida, debido a los recursos naturales, materiales y de energía y agua que se dan al desarrollar esta actividad.
En primer lugar, el diseño de esta bodega y del sistema de producción de vino se basa en principios de sostenibilidad, ya que aprovecha el desnivel de doce metros para articular los trasportes por gravedad, reduciendo el consumo de energía y, por tanto, las emisiones.
La producción de vino requiere de un consumo importante de agua, principalmente destinado a la limpieza de las tinas y demás equipos, de tal forma que por cada kg de uva se producen 2 litros de agua de proceso sucia. De esta forma, con la producción se generan entre 12 y 14 millones de litros de agua a depurar que se bombean a una balsa. Previamente al bombeo, el agua es tamizada para eliminar restos sólidos de mayor tamaño como hojas, ramas, etc.
- El ciclo del agua
Para minimizar el consumo de agua se implementan técnicas agrícolas como el riego por goteo, durante la noche y monitorizado con sondas de humedad. El ciclo de agua se cierra de forma que el agua depurada de los procesos en bodega, se reutiliza en el riego de viñedos próximos, siendo una bodega reconocida como de vertido cero.
¿Cómo se cierra el ciclo del agua?
En primer lugar, cabe destacar la ventaja de trabajar con cultivos leñosos, como es el viñedo, donde el agua nunca toca la uva y no son cultivos de consumo directo.
El tratamiento del agua de proceso debe asegurar que se cumplan los parámetros químicos y microbiológicos, de forma que sea un agua apta para riego.
El sistema de depuración consiste en una digestión aerobia, simplemente con tres aireadores en la balsa más grande que tiene unos 4,5 metros de profundidad. A los 6-7 meses se ha producido una reducción en la DBO y la DQO, así como la conductividad del agua. Ésto se controla con un oxímetro: si los niveles de O2 suben, implica poco trabajo microbiológico -si hubiese microorganismos, el O2 lo utilizarían para respirar-, por lo que el agua está depurada.

Balsa de aireación

Balsa para riego
Desde la balsa de aireación, se bombea el agua a un depósito arenero cuya sílice actúa como proceso bioquímico y físico, filtrando los sólidos que queden. Después de este filtrado, se lleva a una última balsa donde se almacena para riego con una mínima cantidad de cloro que se evapora a los pocos días y permite que el agua esté lista para regar unas 20 hectáreas.
El ciclo de riego se acompasa al ciclo biológico de los viñedos. La vendimia tiene lugar a primeros de septiembre, de forma que se acumula el agua para depurar hasta mayo y así se tienen tres meses de riego frente a 9 meses de acumulación y depuración.
El tratamiento biológico en la digestión aerobia supone la generación de fangos en el fondo de la balsa de aireación y que, en lugar de considerarse un residuo a eliminar, se tratan como recurso, asumiendo así el concepto de economía circular. Normalmente, el tratamiento de fangos supone procesos de deshidratación que consumen grandes cantidades de energía eléctrica pero, en este caso, se ha sustituido la deshidratación por filtros verdes.
Los fangos se bombean a una balsa donde crece una especie de planta australiana que aprovecha la materia orgánica de éstos para alimentarse y crecer. El resultante de esta etapa se destina a compostaje natural, junto con sarmientos de los viñedos y otros restos de poda. Cada año se generan unos 5 cm de espesor de lodo.
Este método de tratamiento de lodos de depuración está fuertemente limitado por la legislación, es por ello que su uso en España es escaso frente a otros países como Francia, donde es un método más común.
Con el ciclo del agua cerrado, el reto siguiente es la autosuficiencia energética del proceso.
- El ciclo de la energía
El abastecimiento energético para la depuración y el riego es renovable gracias a los tres campos fotovoltaicos de 44 kW de potencia instalada.
Cuentan con un sistema anclado al suelo con una inclinación que favorece la producción anual; un seguidor solar de 2 ejes, con lo que se consigue estar orientados siempre hacia la radiación solar; y uno de los elementos distintivos de la finca: paneles solares flotantes con inclinación de 5º, que reposan sobre la balsa de depuración.
Este último campo solar supone una innovación y es uno de los pocos ejemplos actuales de tecnología fotovoltaica flotante. Este tipo de campo solar reduce la pérdida de agua por evaporación y la proliferación de algas. A favor también, que los paneles trabajan a menor temperatura, con lo que aumentan su rendimiento. Para el almacenamiento se cuenta con baterías de plomo ácido.

Baterías e inversores
El éxito en la producción de energía ha sido total, ya que buscando el mejor aprovechamiento de los equipos, observando y realizando las modificaciones pertinentes, van a superar las primeras estimaciones, consiguiendo los 100.000 kWh anuales que se necesitan para riego y bombeo.
Otro elemento destacable que nos encontramos en Viñas del Vero es una hidrogenera. De esta manera se persigue investigar en el campo de la movilidad y el transporte sostenible, uno de los puntos fuertes de los procesos industriales.
El hidrógeno puede utilizarse como vector energético, de forma que permite el almacenamiento de energía y su aprovechamiento posterior. Apostar por hidrógeno es promover el desarrollo de una tecnología que puede representar un gran protagonismo en los sistemas energéticos futuros y en la gestión de las energías renovables. En particular, Viñas del Vero representa el único ejemplo en España que emplea energía solar para la producción de hidrógeno. En la hidrogenera se hidroliza la molécula de agua, aprovechando la energía solar para obtener hidrógeno y oxígeno por electrólisis.
El hidrógeno se comprime en dos etapas hasta 100-200 bar para alimentar los depósitos de un vehículo de hidrógeno piloto, con el objetivo de investigar en el vehículo agrícola que permitiría garantizar la sostenibilidad del transporte dentro del proceso productivo. Una vez a la semana se genera H2, que les permite realizar desplazamientos por la finca con este vehículo.
En general, la gestión de la energía consiste en cargar las baterías durante el día y regar durante la noche, lo cual también permite un mejor aprovechamiento del agua. Además, todo el sistema se puede controlar de manera domótica gracias a un software exclusivo de monitorización con el que se controlan de manera eficaz las bombas, aireadores, sistemas de riego, paneles…

Sistema de monitorización
En el próximo mes de mayo, la instalación solar cumplirá un año. La demanda de energía suponía un gasto anual de 14.000€ más el termino variable de potencia. Con la implantación de la energía solar se ha logrado un ahorro de 17.000€, con una amortización lista para 2019.
La dificultad legislativa no ha evitado que este proyecto siga adelante, sin embargo ante la pregunta de si se esperan ampliaciones para lograr un autoconsumo mayor, nos responden que “es necesario un marco legal estable y que promueva estas acciones”.
Desde la organización están orgullosos del proyecto, ya que son únicos en la producción de hidrógeno con fotovoltaica, además del vertido cero, gracias al aprovechamiento del agua residual para riego.
En España cada vez tenemos más casos de industrias preocupadas por cuidar la huella ambiental que generan y, concretamente en los procesos agroalimentarios, ésto es un distintivo de excelencia muy considerable que repercute en la confianza que como consumidores vamos a depositar. En Viñas del Vero opinan que “los clientes y consumidores valoran la sostenibilidad y le dan importancia”.

Bodega Blecua, el vino más mimado de Viñas del Vero
En el sector vitivinícola ya existe preocupación por el efecto del cambio climático en los viñedos. De hecho, esta realidad ya se ha afrontado en la producción: se emplean variedades de ciclo largo, el 80% de los viñedos ya precisan de riego artificial, sólo excluyéndose los que se encuentran en montaña, se modifica la orientación de los cultivos, que son dañados con la acción directa del sol, y todos coinciden en que existen cambios notables de las uvas de hace quince años y las de ahora.
El efecto es exponencial, ya estamos por encima de 1ºC de temperatura media del planeta, probablemente en 2040 alcancemos los 2ºC, y se plantean efectos devastadores.
La alternativa sostenible es posible, rentable, y viable a nivel técnico y económico.
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